CUANDO HEREDAMOS MODELOS FALLADOS
«Podemos ser reparadores de los modelos fallados». Ps. Patricia Cabrera Sena
Lamentablemente no elegimos en qué hogar crecer.
De qué padres aprender las formas de conducta.
En nuestro primer hogar aprendemos elementos básicos de relación con los demás... y también sobre la confianza que se siente con otros, y con nosotros mismos.
El modo de dar y recibir amor se vive por primera vez en nuestro núcleo familiar, donde nacemos, crecemos y nos formamos.
El modo de desenvolvernos con el entorno, nuestro lenguaje corporal se va amoldado desde esos tiempos tempranos donde crecemos relajados y tranquilos, o tensos y a la defensiva.
Si tu modelo a seguir, esa guía que te formará en tu estructura básica... en tu personalidad... es un arquetipo fallado... donde lo que lo caracteriza es la violencia, o la frialdad, o la indiferencia, o el mal genio, o la impaciencia, o la burla y el sarcasmo, o una tendencia a ridiculizarte, a desvalorizarte... si te generó miedo e inseguridades... obviamente falló... es un patrón que no te conviene repetir, un arquetipo que puedes y debes volver a amoldar desde tu vida adulta, de niño estabas indefenso y no podías... estabas limitado y no entendías... sólo reclamabas amor y comprensión, presencia y paciencia, sonrisas y complicidad, juegos y afectos expresivos... y cada golpe, o cada grito, o cada castigo, o cada burla... sólo fueron bofetadas a tu alma... y a tu formación.
Repetir modelos fallados, destruirá tu vida.
Muchos chicos crecen viendo en otros hogares a padres mejores... y sólo por esa comparación se sienten perdidos... se entregan a una vida llena de errores, de vacíos afectivos, de malas relaciones, sin amor propio, y sin una base sólida afectiva en la que apoyarse... porque esa fue la lección aprendida en la infancia: no vales, no te lo mereces, no sueñes, no lo hagas, no te conviene, no lo intentes, no tienes las capacidades, jamás lo lograrás, qué tonto, qué ridículo... etc...
El que falló no fuiste tu.
Fue el otro.
El que tenía daños emocionales en ese momento no eras tu, los tenía el otro.
El que te quiso convencer de algo IRREAL era el otro. No eras tu.
En esencia podías ser mucho... pero te convencieron de lo contrario.
A pesar del sufrimiento, siempre estamos a tiempo de despedirnos del modelo equivocado, insano, nocivo, dañado.
Ya no lo necesitas. Puedes crear uno tu mismo. ¿Quieres que los niños que crezcan cerca tuyo vean en ti el mismo modelo? ¿quieres generarle los mismos miedos y desgracias? ¿quieres crear destinos desdichados e insanos? CAMBIA TU Y CAMBIARÁN SUS VIDAS. Enséñales que siempre estamos a tiempo de crear modelos nuevos... si el otro no supo es un asunto suyo, pero en ti, es tu vida, es tu historia, es tu herencia para las generaciones venideras.
Te mereces romper el molde y crear una matriz diferente... una base más fuerte en la que podrán apoyarse todos los que te miren y te escuchen. Serás guía y ejemplo a seguir. Un punto de referencia en la formación de otros...
Marca la diferencia. Y te sorprenderás de los resultados... tienes el poder de soltar las manos de las que te aferraste... y decir: YO QUIERO UNA VIDA DISTINTA, NO QUIERO REPETIR LAS MISMAS HISTORIAS, QUIERO UNA DISTINTA... QUIERO BUSCAR MIS LOGROS, MI PAZ, MI SANIDAD, MI FUERZA, MIS CAPACIDADES... DESARROLLARLAS... E IR POR MÁS... NO QUIERO DAÑAR, QUIERO AYUDAR A SANAR... me despido de lo que me sirvió... y abro un camino nuevo para mi mismo... a partir de ahora crearé un nuevo estereotipo de persona, la que me hubiera gustado tener cuando era pequeño y sufría...
¿Ellos no pudieron o no supieron?
Yo ya aprendí la dura lección... ¡yo sí puedo!
Ps. Patricia Cabrera Sena
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